Un Grano Preciado: Cómo la guerra en Ucrania está sacudiendo los precios de los alimentos al rededor del mundo

por | 27 de mayo de 2022

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En 2020, Rusia era el mayor exportador de trigo del mundo y Ucrania le seguía de cerca como quinto exportador de este importante producto básico mundial.

Debido a este dominio del mercado, cuando Rusia invadió Ucrania a principios de marzo de 2022, el suministro de trigo para casi el 30% del mercado mundial se vio inmediatamente en peligro. La guerra supuso una importante carga para los productores de ambos países: Rusia prohibió parcialmente la exportación de trigo y otros cultivos, mientras que los agricultores ucranianos se vieron marginados debido a los intensos combates, el bloqueo de las carreteras de suministro y la continua invasión militar

A medida que la guerra se intensificaba, también lo hacían los precios mundiales del trigo, que saltaron de niveles ya elevados a precios no vistos desde la crisis mundial de precios de los alimentos de 2008. Y lo que es aún más preocupante, gran parte del trigo que se exporta desde Rusia y Ucrania va a parar a algunos de los países con mayor inseguridad alimentaria del mundo.

Para entender mejor cómo está afectando la subida de precios a la población sobre el terreno y ofrecer a las organizaciones humanitarias una ventana a los retos que la crisis está causando a la gente corriente y a las empresas, Premise publicó una encuesta de opinión en 12 de los mayores importadores de trigo ruso y ucraniano. La encuesta recogió 4.200 respuestas a lo largo de cuatro días en Azerbaiyán, Bangladesh, Egipto, Filipinas, Indonesia, Kenia, Líbano, Nigeria, Pakistán, Túnez, Turquía y Yemen.

A pesar de la idea errónea de que el trigo no es un alimento básico importante en los países de África y Asia, la mayoría de los encuestados (78%) declararon que compran productos a base de trigo a diario o semanalmente. Los encuestados también mostraron un alto grado de preocupación por el impacto que la guerra en Ucrania pueda tener en los precios y el suministro de trigo y productos derivados, con un 85% de todos los encuestados muy preocupados o algo preocupados por una posible escasez o un aumento continuado de los precios. Los encuestados también han notado un aumento constante de los precios, lo que podría obligar a muchos de ellos a modificar sus pautas de consumo.

Más del 80% de los encuestados afirman haber experimentado un aumento pequeño o grande del precio del pan en el último mes. Cuando se les preguntó qué harían para contrarrestar los cambios de precios, más de la mitad dijeron que se verían obligados a comprar menores cantidades de productos a base de trigo, mientras que el 34% dijo que dejarían por completo los productos a base de trigo. 

El cambio en los patrones de consumo también ha preocupado a los empresarios de estos países. Casi todos los encuestados (90%) que se identificaron como empresarios que utilizan, cultivan o venden trigo o productos a base de trigo afirmaron que su negocio se vería muy afectado por la subida de precios. 

De estos empresarios, muchos estaban preocupados por el efecto de la guerra en el suministro de insumos agrícolas: el 51% dijo estar preocupado por la disponibilidad de fertilizantes. Este temor se produce en medio de la extrema volatilidad del mercado mundial de potasa, un componente clave de los fertilizantes agrícolas; Rusia ha promulgado algunos niveles de prohibición de exportación del ingrediente. Otro 36% afirmó estar preocupado por la falta de clientes que puedan permitirse comprar productos a base de trigo a los nuevos precios elevados.

Además de los elementos de seguridad alimentaria que preocupan con las drásticas subidas de precios, la incertidumbre también puede fomentar el malestar político. Las protestas por el aumento de los precios de muchos alimentos básicos han continuado en docenas de países en los últimos meses, y al menos un ciudadano iraní fue asesinado en una protesta por los precios del trigo este mismo mes. Dada la creciente vulnerabilidad y preocupación, también preguntamos a los encuestados cómo les hacía sentir el aumento de los precios. El 41% respondió que le entristecía y el 32% que le enfadaba. 

Mientras las organizaciones siguen observando el aumento de los precios y su efecto en la estabilidad, es vital que se siga recogiendo la opinión de los ciudadanos para comprender los problemas más graves y las posibles opciones de ayuda y socorro.

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